No te agobies si solo dispones de un día en San Francisco. Te proponemos esta ruta para que disfrutes de la ciudad. Ni mucho ni poco, simplemente lo adecuado, lo más emblemático.
Empezamos temprano acercándonos a las colinas de Twin Peaks. Ya tendremos tiempo de caminar el resto del día, así que te recomendamos que tomes el transporte público para llegar hasta la estación del barrio Forest Hill, al oeste de Twin Peaks, donde podrás tomar el autobús 52-Excelsior. Este te dejará cerca del privilegiado mirador, donde gozarás de la visión más amplia y global de la ciudad que e extiende ante ti cargada de promesas.
A los pies de Twin Peaks encontramos Haight-Ashbury. Una visita a San Francisco no está completa sin conocer el centro neurálgico del movimiento hippie. Ya no es tan «puro» como en los años 60 y 70, pero todavía guarda su esencia en sus calles, cafeterías diferentes y tiendas de segunda mano y de discos. ¿Te gusta la música? Haight-Ashbury será tu paraíso. Empápate de ese espíritu visitando, por ejemplo, la casa de Jimi Hendrix.
Toma el transporte público y baja hasta Chinatown. El barrio chino te asombrará con sus curiosidades, aromas y estética oriental. Aprovecha y saborea sus delicias: un picoteo de dumplings o dim sum, o un almuerzo en toda regla. No te cortes: aquí encontrarás la comida china más auténtica fuera de la propia China.
El transporte motorizado te llevará hasta el puente del Golden Gate. La tarde va cayendo y el atardecer es un momento mágico para conocerlo. Tiene aceras, así que camina por él. Después, regresa con el anochecer y deja que la alegría del Fisherman’s Wharf cierre tu jornada sanfranciscana. Los museos ya estarán cerrados, pero encontrarás atracciones, música callejera y restaurantes. ¿Hay mejor final para una visita exprés que cenando con vistas a la bahía?
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